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Caminar japonés, qué es y porque lo hace muy bien

Hablemos de la caminata japonesa, una práctica antigua que combina movimiento lento, postura correcta y respiración profunda. Una filosofía de la vida para aumentar bien, longevidad y serenidad mental.

En la época de Aptitud frenética y de Entrenamiento de alta intensidadJapón nos ofrece una perspectiva totalmente diferente sobre el movimiento: la actividad física se ralentiza “, literalmente, y se convierte en una filosofía de la vida que abarca la lentitud, la conciencia y la armonía. Una práctica simple, al alcance de todos, que enseña a vivir mejor y más tiempo.

Habrá escuchado al respecto, pero pocos realmente saben lo que significa caminar japonés. Esta no es una disciplina única o codificada, sino un estilo de vida que se ha observado en las tradiciones del país del sol ascendente, capaz de influenciar profundamente en la salud y la longevidad. Desde los samurai hasta los monjes budistas, hasta los habitantes de las famosas zonas azules de Okinawa, la forma en que la caminata japonesa tiene mucho que enseñar.

Hábito, estilo de vida, bien

En Japón, la caminata se considera una práctica completa que integra tanto el cuerpo como la mente. Los habitantes de la isla de Okinawa, entre los más largos vividos en el mundo, caminan regularmente con un ritmo lento y constante. La rutina diaria que observaron establece que los movimientos se realizan a los pies, para evitar el uso excesivo de los medios de transporte. Este estilo de vida, combinado con una dieta equilibrada y un fuerte sentido de comunidad, parece ser el secreto de su sorprendente longevidad.

Otro aspecto básico de la caminata japonesa se refiere a la postura. La espalda recta, el cuello alargado y los hombros relajados mejoran la estética, y al mismo tiempo contribuyen a un mejor funcionamiento del cuerpo. Una postura correcta promueve la oxigenación óptima y reduce el dolor de espalda y la tensión muscular, mientras que caminar erguido y equilibrado distribuye el peso uniformemente y abre el cofre, mejorando la respiración. En Japón, esta forma de caminar se ve como una forma de respeto por uno mismo y por los demás.

Disciplina variada pero simple

La belleza de la caminata japonesa se encuentra en su extrema simplicidad. No se necesitan equipos o suscripciones especiales. Se necesitan 20-30 minutos al día de camino consciente para disfrutar de enormes beneficios. Concentrar la atención en la respiración y la postura puede transformar una caminata simple en un ritual regenerador: ya sea en la ciudad, en un parque o a lo largo de un camino, cada paso acercará a las personas a la conexión completa con su propio ser interno.

También el respiración juega un papel fundamental. Respirar lenta y profundamente, sincronizando la respiración con los pasos, permite una mejor oxigenación y relaja el sistema nervioso. La respiración diafragmática, típica de las prácticas orientales, contribuye a reducir la ansiedad y mejorar la circulación sanguínea. Es una forma de optimizar la energía del cuerpo, gracias a la cual será posible reducir la fatiga y, al mismo tiempo, aumentar la resistencia.

Shinrin-Yoku y Kinhin

No podemos hablar de caminar japonés sin mencionar el Shinrin-Yoku, o el “baño en el bosque”. Esta práctica te invita a caminar lentamente entre los árboles, para estimular los sentidos y los niveles más bajos de cortisol. Caminar en la naturaleza mejora el estado de ánimo, fortalece el sistema inmune y restaura el equilibrio emocional, y en Japón, incluso las empresas promueven los caminatas al aire libre para aumentar la productividad y el bien psicológico de los empleados.

Otro punto de partida de reflexión proviene de la práctica de Kinhin, típico del budismo zen. Caminar conscientemente, alineando la respiración con los movimientos del cuerpo, se convierte en una forma de meditación en movimiento, en la que cada paso se toma con plena atención, para liberar la mente y alentar una profunda calma interna. Es una forma de experimentar el momento presente, lo que le permite eliminar el estrés y las preocupaciones.

Debe estar ralentizado

La lentitud, como has entendido ahora, es uno de los secretos de carga de todo el asunto, por lo tanto, olvidó las sesiones intensas generalmente previstas por un entrenamiento clásico. Los pasos cortos y controlados ayudan a mantener el centro de gravedad estable y reducir el impacto en las articulaciones, aspectos que han hecho este tipo de ritmo muy común entre los ancianos japoneses, ya que distribuye mejor el peso corporal, mejorando tanto el equilibrio como la estabilidad. Es una forma de ser plenamente consciente del movimiento y transformar la caminata en un acto de meditación activa.

A diferencia de la carrera, que puede enfatizar las articulaciones, la caminata japonesa es una actividad de bajo impacto. Promueve la salud del corazón, mejora la circulación y reduce el riesgo de accidentes. Es un ejercicio adecuado para todos, sin contraindicaciones, que se integra fácilmente en la rutina diaria.

En un mundo que funciona rápido, adoptar caminata japonesa significa redescubrir la lentitud y la conciencia. Es una invitación para moverse en armonía con el cuerpo y encontrar un equilibrio interno. Incluso un breve viaje diario puede convertirse en un momento de reflexión y relajación. El secreto, después de todo, es simple: un paso a la vez, con presencia y serenidad.