¿Alguna vez has atado una cuerda, estrechas un encaje o has arreglado algo pensando: “Esto se mantendrá”? Bueno, puedes estar equivocado. Y no eres el único. Según una nueva investigación realizada para Universidad de Johns Hopkinsla mayoría de las personas no pueden entender qué nudo es realmente resistente. Y no, no es suficiente haber hecho mil escamas a los zapatos para pasar.
En el experimento, los participantes observaron pares de nodos aparentemente similares. Simplemente se les preguntó: “¿Qué es el más fuerte?”. La respuesta, para muchos, fue la incorrecta. Incluso entre los que adivinaron, casi nadie sabía cómo explicar Por qué. Observaron los detalles equivocados, juzgando según la apariencia y no a la estructura real del nudo.
El estudio se realizó fue Sholei Croom, un estudiante de doctorado apasionado por el bordado, junto con su maestro Chaz Firestone. Todo comenzó cuando, mirando la maraña de hilos detrás de su trabajo de punta cruzada, Croom se preguntó: “Pero, ¿por qué no puedo entender dónde comienza y dónde termina este nudo?”. A partir de ahí comenzó la idea: quizás los nudos son realmente un punto ciego para nuestro cerebro.
Incluso si nos muestran videos, dibujos y explicaciones, continuamos cometiendo errores
Los investigadores han intentado en todos los sentidos facilitar la tarea: video de los nudos que giran, patrones paso a paso, imágenes nítidas. Nada que hacer. Los participantes continuaron eligiendo los nudos incorrectos. Y cuanta más información recibiera, más las respuestas se confundieron.
Pero, ¿por qué sucede? Según Firestone, la razón es que nuestra “física intuitiva” no está hecha para administrar objetos flexibles. Somos buenos para predecir lo que le sucede a una pelota que cae o un vaso que se invierte. Pero cuando entramos en el mundo de las cuerdas, los hilos y la entretenimiento, nuestras habilidades predictivas se vuelven locas.
Pensemos: una cuerda se mueve, pliegues, giros. No es rígido como una piedra o ladrillo. Y para nuestro cerebro, simule mentalmente cómo se comportará un material tan complejo es una empresa. Incluso el software 3D moderno lucha por hacer que el movimiento de una cuerda sea realista. Y mucho menos nuestro sistema nervioso.
Los nudos existen desde antes de la rueda, pero siguen siendo un misterio
Aún así, el arte del nudo es muy antiguo. Los primeros seres humanos los usaron mucho antes de aprender a encender el fuego. Encontramos representaciones en el arte egipcio, Grecia, China. Los neandertales también probablemente hicieron cordones.
¿Y hoy? Los nudos continúan marcando la diferencia entre seguridad y desastre. Un nudo incorrecto puede comprometer una subida, hacer que la carga de un camión pierda, ponga en peligro un bote.
El nodo “Reef”, por ejemplo, es uno de los más sólidos y confiables. Pero si lo confundes con el nodo “dolor”, que se derrite con un tirado, estás en problemas. Desafortunadamente, según el estudio, es precisamente lo que hace la mayoría de las personas: juzgan mal, confían en el ojo y no para experimentar.
La belleza (o lo feo) es que esta dificultad puede no ser definitiva. Los investigadores no han incluido expertos como marineros o montañeros, sino que sospechan que con la práctica se puede mejorar. Y esto podría abrir el camino a nuevas formas de “entrenar” nuestra intuición física.
Como dijo Croom:
Es un ejemplo perfecto de lo que aún no sabemos sobre la forma en que entendemos el mundo que nos rodea.
Si desea probarse a sí mismo, puede tomar la misma prueba que los participantes: puede encontrarla en el sitio web oficial del estudio, publicado en la revista Mente abierta.