Mientras que la Unión Europea está trabajando en una propuesta para una prohibición de miles de sustancias sintéticas conocidas como PFA, utilizadas en productos que van desde ropa hasta macetas y espuma de fuego, están surgiendo dudas sobre el papel de los consultores elegidos para apoyar a la agencia que luego decidirá las reglas.
El mes pasado, la Agencia Europea de Químicos (ECHA) publicó una actualización en la que prometió que algunos de estos productos químicos podrían permanecer en uso “en condiciones rigurosas”, lo que despertó preguntas sobre cómo había llegado esta conclusión, especialmente a la luz de las fuertes presiones ejercidas por la industria.
Según una investigación de Financial TimesLa compañía de consultoría Ramboll, encargada por el ECHA de proporcionar consultoría estratégica sobre los PFA, también habría colaborado en el mismo período con algunos de los principales productores de estas sustancias. El periódico británico especifica que la información se basa en documentos y registros oficiales de la UE obtenidos a través de la ONG para el clima aéreo, lo que mostraría claramente la superposición de los roles entre la agencia y el consultor de consultores para la industria.
Está claro que si se confirman los rumores, habría un evidente conflicto de intereses en un expediente de gran importancia para la salud pública y el medio ambiente.
Lo que el Financial Times descubrió
Los documentos y registros interiores citados por el periódico británico sugerirían que Ramboll, encargado por ECHA a partir de 2020 para proporcionar apoyo científico en los PFA, habría colaborado con grupos industriales como Honeywell, 3M y Gujarat fluorochemicals al mismo tiempo. Todos estos sujetos están directamente involucrados en la producción y comercialización de PFA, sustancias conocidas por su persistencia en el medio ambiente y en el cuerpo humano y potencialmente conectados con problemas de cáncer y fertilidad.
Según las ONG y los activistas, esta superposición de tareas puede haber influido en las recomendaciones de algunas agencias, en particular la decisión de mantener ciertos PFA en uso en lugar de proponer una prohibición inmediata. Específicamente, la firma de consultoría habría influido en las recomendaciones técnicas sobre las excrementos de las espumas contra incendios.
El Financial Times Él escribe que, en 2020, Ramboll contribuyó a un informe para ECHA y la Comisión, en el que se recomendó otorgar a las compañías petroquímicas un período de transición de 10 años para encontrar sustitutos de PFA en la espuma de fuego. Esta eliminación gradual, que duró una década, se incluyó en la ley final de la UE adoptada en abril.
Obviamente, es una situación preocupante, lo que corre el riesgo de socavar la credibilidad de todo el proceso regulatorio.
Ramboll, por su parte, rechazó las acusaciones, afirmando basar sus evaluaciones en pruebas científicas independientes y adoptar procedimientos internos para evitar conflictos de intereses, incluido el establecimiento de “muros éticos” entre diferentes proyectos. La Compañía también especificó que el papel de los consultores no afectaría las decisiones finales del ACHA.
La historia también resaltaría un nodo estructural: la creciente dependencia de la Comisión Europea y sus agencias en consultores externos para gestionar la cantidad de trabajo vinculado al acuerdo verde y la revisión de las regulaciones ambientales. Varios observadores afirman que ECHA no tendría suficientes recursos internos para enfrentar un proceso de este alcance sin recurrir a empresas privadas.
Si se confirma, las revelaciones podrían alimentar la controversia sobre el papel de consultores privados y la transparencia de las decisiones europeas con respecto a la salud pública y la protección del medio ambiente.
Preguntado por el Financial Times, ECHA ha reiterado la corrección de sus procedimientos, afirmando que la selección de consultores tuvo lugar a través de licitaciones competitivas y transparentes. Ramboll, a su vez, habría declarado que las críticas a los activistas no reflejarían cuidadosamente su trabajo.
Presentó una pregunta urgente a la Comisión Europea
Después de las revelaciones del Financial Times Sobre el conflicto de intereses que involucraría a Ramboll, la eurodiputada Cristina Guero (Verdi/Ale) anunció el depósito de una pregunta urgente a la Comisión Europea.
Es inaceptable que aquellos que recomiendan a las instituciones europeas sobre las reglas para prohibir los PFA tanto a la misma persona que trabajan para aquellos que tienen todo el interés en ralentizar estas reglas, Dijo que mira, pidiendo que la Comisión y ECHA aclaren cualquier relación contractual y garanticen que las evaluaciones científicas se realicen en plena independencia.
El eurodiputado también enfatizó que, según lo que informó por la prensa internacional, Ramboll habría recomendado una eliminación gradual de diez años en la espuma de fuego, luego recibida en la legislación de la UE con una derrogación adicional a fines de 2025, definiendo la situación “Un caso emblemático de cómo los lobbies pueden influir en las decisiones públicas, con impactos directos en la salud de los ciudadanos“.
Mira, concluyó anunciando la pregunta urgente de hacer “Transparencia total, la aplicación del principio de precaución y una prohibición universal de los PFA, desde el comercio hasta la producción, que ya no se puede posponer“.