Una nueva investigación confirmó lo que muchos temían: la contaminación por PFAS es generalizada y generalizada, y nadie es inmune. Esta vez el “Químicos para siempre“Fueron encontrados en la sangre de 24 líderes europeos de 19 países de la Unión Europea.
Entre los probados se encuentran la Comisionada Europea para el Medio Ambiente Jessika Roswall y el Ministro de Medio Ambiente Danés Magnus Heunicke, junto con ministros, subsecretarios y directores ejecutivos de la UE.
La investigación
La investigación fue dirigida por el Ministerio de Medio Ambiente y la Igualdad de Medio Ambiente Danés, en colaboración con EEB (Oficina Ambiental Europea), la mayor red europea de organizaciones ambientales y Chemsec, una organización independiente que promueve el reemplazo de productos químicos tóxicos con alternativas más seguras.
El objetivo era doble: demostrar cuán extendida la contaminación de los PFA también entre las figuras políticas de la UE más importantes y estimular a los líderes europeos a tomar medidas concretas para reducir la exposición y limitar la contaminación de estos productos químicos persistentes.
Los análisis se llevaron a cabo en julio de 2025, con motivo de reuniones y reuniones entre ministros y funcionarios europeos, tomando pequeñas cantidades de sangre de cada participante.
Los científicos probaron 13 PFA diferentes, incluidos los considerados más dañinos para la salud humana y el medio ambiente. Entre estos:
Los resultados
La investigación confirmó la difusión generalizada de los PFA entre los líderes europeos. En total, todos los políticos probados tenían 3 a 8 PFA y el PFOS fue el más presente y con las concentraciones más altas, hasta 17.19 ng/ml.
La mitad de los participantes tenían niveles más altos que el valor de referencia de salud de 6.9 ng/ml establecido por HBM4EU para la exposición combinada a PFOA, PFNA, PFHX y PFOS, mientras que todos los evaluadores tenían al menos 2 ng/ml, más allá de las cuales las academias nacionales de los Estados Unidos recomendan monitoreo médico específico. En pocas palabras, escribe EEB:
La mitad de los líderes de la UE, la contaminación ha excedido los niveles más allá del cual no se pueden excluir los impactos en la salud.
Los seis PFA asustados y realmente detectados: PFOA, PFO, PFHXS, PFNA, PFDA y PFUNDA, ya están regulados en Europa, lo que confirma su persistencia y capacidad de acumularse en el cuerpo. Incluso algunos compuestos más recientes o de reemplazo, como PFDA y Pfunda, continúan acumulándose en la sangre y, por lo tanto, la necesidad de restricciones más amplias, para evitar reemplazos peligrosos que no hacen nada más que mantener el estado actual de la contaminación.
Reacciones
Obviamente hubo las reacciones de los líderes a esta noticia. El comisionado europeo de medio ambiente, Jessika Roswall, dijo:
Como muchos otros ciudadanos de toda Europa, tengo PFA en mi cuerpo. La contaminación por PFAS es un problema vital para la salud pública. Mi prioridad es trabajar para una prohibición rápida de la UE PFAS en productos de consumo y garantizar reglas rigurosas hasta que se encuentren alternativas.
El ministro de Dane, Magnus Heunicke, agregó:
Mi resultado, y la imagen general, es una realidad aterradora. Ahora es necesario intervenir en toda la UE para prevenir, contener y recuperar los PFA.
Anne-Safie Bäckar, directora ejecutiva de Chemsec, luego destacó:
Estos resultados demuestran dos cosas: la contaminación de los PFA no ahorra a nadie y la regulación funciona. Ahora necesitamos que los líderes de la UE concluyan el trabajo con una prohibición universal de todos los PFA, no solo en productos de consumo.
Las restricciones son cada vez más necesarias
A pesar de los resultados, la investigación también nos proporciona una cierta esperanza: los niveles de PFA pueden, de hecho, disminuir cuando se aplican restricciones efectivas, como lo demuestran algunas pruebas anteriores.
Leena Ylä-Mononen, directora ejecutiva de la Agencia Europea de Medio Ambiente, ya había sometido su sangre a las pruebas para los PFA, que ahora muestran una caída, en particular para las sustancias que ya están sujetas a restricciones. Esto muestra que las regulaciones funcionan: con prohibiciones y limitaciones efectivas, los niveles de PFA en la sangre tienden a disminuir.
La UE se encuentra en una encrucijada crítica: recuperar la contaminación de los PFA ya presentes podría costar hasta 2,000 mil millones de euros en los próximos 20 años, sin mencionar los 52-84 mil millones por año relacionados con el daño a la salud. Pero intervenir ahora no solo es urgente, incluso necesario para evitar costos aún mayores y proteger a las generaciones futuras.
EEB, Chemsec y más de 100 organizaciones europeas han lanzado el manifiesto “Stop PFAS”, instando a los líderes de la UE a actuar de inmediato con restricciones universales. Los retrasos y las escapadas solo prolongarán la crisis y aumentarán los riesgos para la salud.