¿Qué sucede realmente en nuestro cuerpo cuando bebemos? No solo estamos hablando de lo que ves desde afuera, sino de todo lo que sucede dentro de nosotros: latir que se acelera, el calor que se extiende, los brazos que se hacen ligeros o pesados. La nueva investigación científica ha dibujado un mapa detallado de las sensaciones corporales relacionadas con la intoxicación por alcohol por primera vezdemostrando que aquellos que perciben su cuerpo menos corren un mayor riesgo de desarrollar una adicción.
Publicado en Revista de Psicofarmacologíael estudio quería explorar un aspecto todavía poco estudiado: Interceptaciónes decir, la capacidad de percibir las señales internas de nuestro cuerpo, como el latido o la sensación de calor. Según el investigador Mateo Leganes-Fondenaue, el principal autor de la investigación:
Nuestras sensaciones corporales no son un efecto secundario simple del alcohol, sino una parte activa de nuestra experiencia subjetiva.
La investigación involucró a 37 adultos acostumbrados a beber en contextos sociales, todo sin diagnóstico psiquiátrico o tratamientos para el abuso de sustancias. En dos sesiones de laboratorio diferentes, en modo doble ciego, a los participantes se les administró una bebida alcohólica o un placebo con un sabor idéntico. La cantidad de alcohol administrada fue moderada: 0,4 gramos por kilo de peso corporal.
Durante cada sesión, los sujetos tuvieron que indicar en una figura digital (gracias a una herramienta llamada encarnar) Las áreas del cuerpo donde percibieron la activación (como el hormigueo o el calor) o la desactivación (como la pesadez o el entumecimiento). Las asignaciones se registraron en diferentes momentos, tanto durante el fase inicial intoxicación (cuando aumenta el contenido de alcohol) tanto en fase final (Cuando comienza a bajar).
Además de esto, los participantes compilaron cuestionarios sobre cuánto se sintieron sedados o estimulados y llevaron a cabo un ejercicio de conciencia corporal: escuchar su corazón y decidir si correspondían al ritmo, también evaluando la confianza en su respuesta. Una prueba útil para medir la precisión y la conciencia interceptiva.
Cuanto más percibes tu cuerpo, más te sientes tranquilo
Los resultados mostraron diferencias claras y significativas Entre los que habían bebido alcohol y que habían tomado placebo. Durante la fase ascendente, quien estaba en el grupo de alcohol informó una fuerte activación en el nivel del cofre, la cabeza y los brazos. Con el paso del tiempo y la disminución del efecto, las sensaciones se volvieron más ligeras y generalizadas, y aparecieron Redes de entumecimientoespecialmente en las extremidades.
Aquellos que asumieron el placebo mostraron sensaciones más suaves, pero aún presentes, especialmente al principio: un efecto vinculado al poder delexpectativa. Es como si el cerebro, utilizado para recibir ciertas señales al beber, los anticipó incluso sin alcohol real.
Pero el descubrimiento más interesante se refiere al vínculo entre las sensaciones corporales y las percepciones mentales: Quien advierte su cuerpo se sintió más intensamente más sedado y menos estimulado. Por el contrario, aquellos que sintieron poco o nada, informaron una sensación inesperada de energía y estímulo. Este es un hecho importante, porque investigaciones anteriores nos dicen que aquellos que experimentan más estimulación y menos sedación han una mayor probabilidad de desarrollar abuso de alcohol..
Según los investigadores, la razón podría ser esta: Si el cuerpo no envía señales fuerteso si no son percibidos, la persona y podrían estar más inclinadas a beber nuevamente.
Los mapas del cuerpo revelan lo que ignora la mente
La prueba del corazón confirmó esta hipótesis: durante la fase final de la intoxicación, aquellos que advierten más sensaciones corporales también mostraron mayor conciencia del cuerpologrando evaluar con precisión si los sonidos escuchados correspondían a su corazón. Esto sugiere que El cuerpo y la mente trabajan juntos Para construir la experiencia de intoxicación.
Sin embargo, incluso en ausencia de alcohol, la única expectativa puede generar Sensaciones corporales intensasun descubrimiento que abre nuevas perspectivas para comprender el placebo y autoengaño cerebral.
Todo esto nos dice que las sensaciones corporales son Una especie de ventana en el estado interno de nuestro cuerpoy eso los ignora o no los percibe podría hacernos más vulnerables a los efectos del alcohol.
¿Un futuro en el que el cuerpo nos ayudará a prevenir la dependencia?
Por supuesto, el estudio tiene límites: la muestra se redujo y los datos fueron mediados, por lo que no es posible evaluar completamente las diferencias entre las personas individuales. Algunos pueden sentir los efectos del alcohol solo en ciertas áreas, otros de una manera completamente diferente.
Y luego hay otra pregunta: el experimento se realizó en el laboratorio, un contexto lejos de la vida real. Sin música, sin amigos, sin distracción. En situaciones sociales, la conciencia corporal podría reducirse aún más y, por lo tanto, aún más peligroso.
A pesar de todo, esta investigación representa un primer paso concreto hacia una nueva visión de la adicción: no solo una cuestión de fuerza de voluntad o comportamiento, sino también Escuchar y conexión con tu cuerpo.
Los autores ya están trabajando en nuevos estudios en antojo (el deseo de beber) y en Síndrome de postume (Hangover), con el objetivo de monitorear las sensaciones del cuerpo en la vida diaria gracias a las herramientas digitales y las aplicaciones de teléfonos inteligentes. El objetivo? Integre estos datos en rutas terapéuticas y evite las adicciones Comenzando desde el cuerpocomo señala Leganes-Fondenaa:
Nuestro cuerpo habla y, en algunos casos, podría ser el único en darnos una señal cuando excedemos el límite.