ENEA utiliza tecnologías innovadoras como la espectroscopia Raman para garantizar el origen y la calidad del arroz italiano, mejorando las cadenas de suministro agroalimentarias
¿Cómo podemos identificar perfectamente los orígenes y procedencia del arroz? Ahora investigadores italianos han encontrado un nuevo método que lo hace a la perfección.
Identificar el origen y certificar la calidad del arroz italiano mediante técnicas rápidas, precisas y no destructivas es el resultado de una investigación realizada por ENEASdentro del proyecto METROFOOD-ITfinanciado con fondos de PNRR. El estudio no sólo pretende mejorar una de las excelencias agroalimentarias de Italia, sino que también ofrece herramientas útiles para garantizar una mayor transparencia a lo largo de la cadena de suministro, en beneficio tanto de los productores como de los consumidores.
El arroz no es sólo un alimento básico de la dieta mediterránea, sino que también es un producto fuertemente ligado al territorio. Partiendo de este principio, los investigadores de ENEA han analizado diez muestras de arroz de la variedad Carnarolicultivado en diferentes zonas de Italia y con diferentes metodologías agrícolas. ¿El objetivo? Identificar las características químicas específicas de cada muestra, ligadas tanto al método de cultivo como a la zona geográfica.
Claudia Zoaniinvestigador de la División de Sistemas Agroalimentarios Sostenibles de ENEA y coautor del estudio, declaró:
Los datos recopilados demuestran que las técnicas utilizadas son herramientas eficaces para distinguir muestras de arroz de la misma variedad. Además, han demostrado ser útiles para determinar el método de cultivo y la zona de origen.
Junto al equipo del Laboratorio de Diagnóstico y Metrología, coordinado por Antonia LaiZoani ha trabajado para identificar un método innovador que proporcione una “Cédula de identidad” molecular. por cada grano de arroz analizado.
Gracias a una técnica basada en espectroscopia de luz, los investigadores pudieron recolectar 45 espectros químicos para cada muestra.equivalente a una serie de “fotografías moleculares”. Estos datos luego fueron procesados con métodos estadísticos avanzados, logrando dividir las muestras en dos grupos principales dependiendo del método de siembra utilizado: subterránea o acuática. A pesar de una ligera superposición entre los dos grupos, el modelo destacó diferencias significativas, capaces de revelar sutiles variaciones químicas que reflejan las técnicas de cultivo adoptadas.
El vínculo entre arroz, territorio y calidad
En Italia, el cultivo de arroz está fuertemente arraigado en algunas regiones específicas, en particular a lo largo del río Po. Piamonte, Lombardía, Véneto y Emilia-Romaña son las principales zonas donde se cultiva arroz, beneficiándose de condiciones ambientales únicas: suelos fértiles, abundancia de agua y un microclima favorable.
La calidad del arroz italiano no sólo viene dada por la variedad cultivada, sino también por el cumplimiento de rigurosos controles a lo largo de la cadena de suministro. Cada grano de arroz es sometido a controles que certifican su origen y calidad, garantizando al consumidor un producto seguro y auténtico.
Para lograr estos objetivos, el estudio ENEA hizo uso de tecnología avanzada: el espectroscopia raman. Esta herramienta permite analizar la composición química de los materiales a través de la interacción entre la luz y las moléculas. Es una metodología no invasiva y rápida, que no requiere tratamiento previo de las muestras y permite identificar incluso diferencias mínimas en la composición química. Gracias a su alta precisión (hasta 3cm⁻¹), la espectroscopia Raman se ha utilizado en numerosos sectores, desde la medicina hasta la química y el patrimonio cultural. Actualmente, esta tecnología también está resultando especialmente útil en el sector alimentario, por ejemplo para verificar la autenticidad, la calidad y la trazabilidad de productos como el arroz.
El estudio representa sólo un primer paso hacia la aplicación a gran escala de estas tecnologías, como explica Zoani:
Los resultados nos animan a continuar con más investigaciones, centrándonos en variables como el tipo de suelo, el manejo de la siembra o la fertilización.
El potencial de estos análisis no se limita al arroz: de hecho, podrían extenderse a otras cadenas de suministro agrícolas, proporcionando herramientas valiosas para fortalecer la reputación global de los productos italianos y garantizar la transparencia a lo largo de toda la cadena de producción.
El enfoque innovador descrito en el estudio no sólo mejora el arroz Carnaroli, una de las excelencias de Italia, sino que también ofrece un modelo replicable para monitorear y certificar el origen de otros productos alimenticios. En un mercado global cada vez más competitivo, invertir en calidad y trazabilidad representa una estrategia ganadora para proteger a los consumidores y apoyar a los productores locales.