Santa Catarina
EMERGENCIAS: 911
PROTECCIÓN CIVIL: 81 8676.18.66
SEGURIDAD PÚBLICA: 81 8676.18.66
CIAC: 81 8676.17.17 / 81 8676.17.00

¿Por qué nos besamos con los ojos cerrados? No depende del romance sino de nuestro cerebro.

Depende de la incapacidad de nuestro cerebro para gestionar estímulos de diferente naturaleza al mismo tiempo. Un estudio lo ha demostrado…

Hace un tiempo desmentimos el mito del beso romántico desvelando sus inesperados orígenes, que poco tienen que ver con el amor y mucho con la limpieza. Hoy desmentimos otro revelándotelo la razón por la que nos besamos (normalmente) con los ojos cerrados.

Incluso en este caso el romanticismo no tiene mucho que ver, sino que la verdadera razón hay que buscarla en el cerebro que, al no poder concentrarse en dos estímulos diferentes al mismo tiempo, nos lleva a cerrar los párpados.

Así lo descubrió un estudio publicado en Revista de Psicología Experimental, realizado por algunos psicólogos de Universidad Real Holloway de Londres.

En realidad, el estudio en cuestión no se centró en los besos, pero las conclusiones a las que llegó parecen explicar perfectamente por qué cerramos los ojos.

De hecho, los investigadores analizaron a 16 voluntarios utilizando dispositivos especiales conectados a sus manos, mientras realizaban una serie de tareas visuales. Cuando realizaban tales actividades, disminuía la sensibilidad a los estímulos táctiles, transmitidos por los dispositivos tanto en la mano derecha como en la izquierda. Esto sucede porque el campo visual es más exigente que el táctil, explicaron los investigadores, y por tanto reduce la reactividad de las personas a las sensaciones táctiles.

En última instancia, el cerebro es incapaz de procesar entradas visuales y estímulos sensoriales de otro tipo al mismo tiempo, pero si esto ya se sabía en el contexto de los estímulos auditivos, poco se había dicho sobre los táctiles.

Resulta que, para concentrarse en una sensación táctil como un beso, las personas podían cerrar los ojos instintivamente, para evitar distracciones, como también destacó uno de los autores de la investigación. Y lo mismo, al parecer, puede aplicarse a otras situaciones que implican contacto, como bailar o hacer el amor.

En definitiva, es probable que laLa incapacidad del cerebro para manejar adecuadamente múltiples estímulos al mismo tiempo conduce a este comportamiento. En cualquier caso, serán necesarias más investigaciones para confirmar la veracidad de la hipótesis.

FUENTES: Revista de Psicología Experimental/Iflscience