El color de nuestro cabello está determinado por un perfecto equilibrio de nuestro cuerpo, que decae con la edad, pero que también puede verse comprometido por el estrés, por lo que cuando estamos estresados nuestro cabello puede volverse primero gris y luego blanco. Un estudio explica cómo es posible y qué podemos hacer para evitarlo.
Si no es cierto que si se elimina una cana crecerán otras, sí es cierto que el estrés puede provocar canas. Así lo demuestra un estudio que explica cómo es posible y cómo podemos evitarlo.
Porque tenemos el pelo teñido.
Nuestra cabeza está cubierta de microagujeros en cuyo interior se encuentran los folículos pilosos de donde crece el cabello, cuyo color está regulado por la melanina, un pigmento producido por las células de los melanocitos.
Un poco como ocurre con un teléfono que con los años funciona menos, los distintos procesos biológicos de nuestro cuerpo también se ralentizan con los años y sucede que los melanocitos empiezan a producir menos melanina y por tanto el cabello pierde color y se vuelven grises antes de volverse blancas, cuando ya no se produce más melanina.
El color del cabello está determinado por dos tipos de melanina:
Para crear colores oscuros se necesita más melanina que el cabello claro: esta es la razón por la cual, en promedio, las personas con cabello oscuro tienen canas antes que las de cabello claro.
Y ahora podemos hablar de estrés.
Estrés y canas: una conexión real
El estrés afecta al funcionamiento de nuestro organismo en general, frenando muchas veces los procesos biológicos.
Lo mismo puede pasar con el cabello: cuando el estrés es tal que puede ralentizar la producción de melanina y por tanto el cabello pierde su color y se vuelve gris.
El estrés oxidativo es diferente, es decir, cuando se crea un desequilibrio que produce demasiados radicales libres, la producción de melanina disminuye y aumentan las canas.
La melanina y los radicales libres a menudo entran en conflicto entre sí; por ejemplo, la melanina nos protege de los radicales libres que aumentan con los rayos UV.
Pero cuando nos deleitamos con los rayos ultravioleta, el humo, la contaminación y el estrés, todos elementos que aumentan el riesgo de estrés oxidativo, el trabajo se vuelve complejo para la melanina y podría ser derrotada por los radicales libres.
¿La conclusión? Más canas.
Estudios recientes han demostrado que, una vez superado el período de estrés y reequilibrado el proceso biológico natural, el cabello puede recuperar su color.