Una mano robótica capaz de realizar tareas complejas y controladas con los músculos residuales presentes en el antebrazo de un amputado: esto es lo que lograron investigadores de la Scuola Superiore Sant’Anna de Pisa
A mano robótica que funciona como una mano real, capaz de permitir incluso los movimientos más delicados y medir la fuerza: esto es lo que lograron los investigadores de la Scuola Superiore Sant’Anna de Pisa: descubramos todos sus secretos.
Una mano robótica revolucionaria
Es como mover la propia mano, estas son las palabras que utilizó Daniel cuando experimentó con la mano robótica que se mueve gracias a imanes y creada por un equipo de investigación del Instituto de BioRobótica de la Scuola Superiore Sant’Anna de Pisa, coordinado por el profesor Christian Cipriani.
Un progreso tecnológico único en el mundo, una excelencia italiana que abre nuevas oportunidades para quienes han perdido una mano.
¿Pero cómo funciona?
La tecnología se basa en la miocinética, es decir, el movimiento de los músculos, y en 6 imanes de tan solo unos pocos milímetros que se instalan, mediante una operación quirúrgica, en esos músculos residuales del brazo conectados a la mano que ya no existen pero que siguen activos, como en el caso de Daniel, que perdió la mano, que quedó completamente cercenada.
Imanes y el algoritmo que los traduce
“Cuando el músculo se contrae, el imán se mueve y un algoritmo especial traduce este cambio en una orden específica para la mano robótica”, explican los expertos.
Los imanes se conectan a una prótesis de fibra de carbono, sin cables ni conexiones eléctricas, que contiene el sistema electrónico que localiza el movimiento de los imanes cuando se activan los músculos y envía las señales a la mano robótica Mia-Hand, desarrollada por la spin-off. Prensilia, que se mueve perfectamente y también es capaz de controlar la fuerza.
¿Qué puedes hacer con esta mano robótica?
Daniel logró realizar incluso tareas muy complejas como abrir un frasco, utilizar un destornillador, cortar con un cuchillo, cerrar una cremallera y coger una moneda: en definitiva, muchos movimientos delicados y complejos que realizamos habitualmente y que son útiles en actividades diarias.
Años de investigación han llevado a este extraordinario resultado que, además de permitir a Daniel revivir la emoción de poder utilizar ambas manos, ofrece nuevas esperanzas a quienes se encuentran en la misma situación.
“Este resultado corona un viaje de investigación de décadas. Finalmente hemos logrado desarrollar una prótesis que sea funcional a las necesidades de una persona que ha perdido una mano”, declaró el profesor Christian Cipriani.
El estudio sobre la mano robótica, titulado “Restauración del agarre en un amputado de miembro superior mediante prótesis miocinética con imanes implantados”, se publicó en la revista científica Science Robotics.
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