Según investigaciones recientes, la música tiene el poder de aliviar el dolor, pero se produce un mayor alivio cuando escuchas música según tu ritmo natural.
Durante siglos el música Era un acondicionador para el alma y, aparentemente, también para el cuerpo. Desde los antiguos rituales de curación hasta las sesiones terapéuticas modernas, las melodías se han utilizado durante mucho tiempo para aliviar el dolor. Pero, ¿dónde vive el secreto del poder del analgésico de la música? ¿Podría ser no solo en las notas mismas, sino en su tiempo?
Un equipo de investigadores ha descubrimiento Esa música es más efectiva para reducir el dolor al adaptarse al ritmo natural de una persona. Este ritmo interno es el lugar donde una persona se siente más cómoda al realizar actividades rítmicas, como hablar, caminar, golpear o incluso jugar. Este descubrimiento podría abrir el camino a musicoterapia personalizado que ayude a los pacientes a controlar el dolor de manera más efectiva.
El estudio
El estudio, realizado por Mathieu Roy y Caroline Palmer, propuso explorar cómo Los aspectos específicos de la música influyen en su capacidad para aliviar el dolor. Si bien investigaciones anteriores sugirieron que la música calmante o relajante funciona mejor, el equipo de McGill quería cavar más profundamente.
Para probarlo, los investigadores reclutaron a 60 participantes, tanto músicos como no músicos, y los sometieron a un ligero dolor inducido por el calor. El ritmo natural de cada participante, o la tasa de producción espontánea (SPR), se determinó al hacerlo vencer el ritmo de “Twinkle, Twink, Little Star” a un ritmo cómodo. Este ritmo se ha convertido en la línea básica para el experimento.
Luego, los participantes escucharon melodías no familiares tocadas en tres veces diferentes: su ritmo natural, 15% más rápido o 15% más lento. Durante las sesiones, experimentaron breves explosiones de calor en los antebrazos, alternando entre silencio y música. Después de cada ronda, evaluaron su nivel de dolor.
Mientras que la música, en cualquier ritmo, redujo el dolor con respecto al silencio, el El mayor alivio ocurrió cuando el ritmo correspondía al ritmo natural del participante.
Entonces, ¿por qué combinar música con nuestro ritmo natural funciona tan bien? La respuesta podría residir en el cerebro. Cada uno de nosotros tiene un solo ritmo interno, vinculado a nuestros ciclos circadianos y oscilaciones neuronales. Cuando la música se alinea con este ritmo, puede ayudar a desviar la actividad neuronal de las frecuencias del procesamiento del dolor.
Fuente: Dolor
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