Las calderas eléctricas tienen muchas ventajas que hacen que valga la pena obtener una para su hogar. Primero, no queman combustibles fósiles, por lo que no existe riesgo de una fuga de monóxido de carbono. Además, pueden reducir la huella de carbono de su hogar.
La mayoría de las calderas eléctricas son compatibles con paneles solares. Esto los convierte en una buena alternativa para las casas desconectadas de la red de gas y también para calentar su casa utilizando fuentes de energía 100% renovables. Además, su eficiencia es muy alta, generalmente del 99% o incluso el 100%, lo que significa que los desechos de energía permanecerán en lo más bajo posible.
También son fáciles de mantener y no requieren un servicio anual, lo que le ahorra alrededor de £ 150 por año o mucho más en caso de reparación de emergencia. En una línea similar, es probable que las calderas eléctricas sean baratas de instalar, ya que son más pequeñas, compactas y se pueden colocar en casi cualquier lugar de la casa.