Ser boomer significa haber superado ya el famoso hito “-anta”, y esto conlleva una serie de nuevas conciencias sobre la vida y el bienestar: he aquí algunas de ellas
Si os dicen que sois dioses boomersno lo tomes como una ofensa: yo boomers – o, mejor, baby boomers – no son otros que los hijos del boom económico posterior a la Segunda Guerra Mundial, es decir, personas nacidas entre 1945 y 1965.
Ser boomersPor lo tanto, significa pertenecer a una determinada generación, que comparte un conjunto específico de experiencias y estilos culturales, así como formas de pensar y ver la vida.
Pero también significa haber alcanzado, también gracias a la edad, en un nivel muy alto de conciencia y han comprendido e interiorizado algunas “verdades” importantes.. Hemos seleccionado diez de ellos: en cuáles os encontráis (si también sois dioses boomers)?
La vida no siempre es justa
La vida es impredecible y complicada. y cualquiera que tenga más de sesenta años lo sabe bien. Cuando eres joven esperas enfrentarte a un futuro prometedor y a un camino de vida lineal, pero, en cambio, a medida que creces, a menudo experimentas circunstancias que están fuera de tu control y, a veces, experiencias muy dolorosas.
El éxito lleva tiempo
En el acelerado mundo actual, el éxito se considera una meta que debe alcanzarse en el menor tiempo posible.
En cambio, la experiencia nos enseña que las cosas son importantes y duraderas, como el éxito laboral o el avance profesional. requieren tiempo, sacrificios, trabajo, dedicación y, sobre todo, mucha paciencia. El éxito instantáneo es una rara excepción, no la regla.
El cambio es inevitable
nuestra vida es sujeto a muchos cambios que puede afectar a todos los aspectos de nuestra existencia: físico, psicológico, económico y social.
Puede que tengamos que mudarnos de casa o de ciudad, ver nuestro equilibrio familiar destruido antes de encontrar uno nuevo, cambiar de trabajo, cambiar nuestro aspecto físico a consecuencia de una enfermedad o un embarazo. Aceptar que nuestra vida se ve muy afectada por los cambios es fundamental para el crecimiento personal.
Aceptarse a uno mismo es esencial
Sólo creciendo aprendes a aceptarte a ti mismo, a tus fortalezas y debilidades, y comprendes que la autoaceptación es fundamental para una vida verdaderamente plena, para relaciones más sanas y para una visión más positiva de la vida en general.
El dinero no garantiza la felicidad
Cuando eres joven, piensas que ganar dinero y hacerte rico es la clave para la felicidad futura, pero a medida que creces comprendes que ese no es el caso en absoluto.
La estabilidad financiera es importante, por supuesto, pero El dinero por sí solo no garantiza la felicidad.: con el paso de los años, apreciamos el placer que se deriva de otras cosas, como la buena salud, un sano equilibrio entre la vida privada y el trabajo, el afecto familiar, una relación romántica estable.
Construir relaciones sólidas
Como decíamos, el dinero no (sólo) es importante en la vida, sino que es imprescindible Dar la importancia adecuada a las relaciones sociales. y comprometerse a lo largo de los años a construir una red de amigos de confianza a su alrededor.
No es necesario tener tantos amigos como podrías pensar cuando eres joven. Los verdaderos amigos, los que permanecen a lo largo de los años, son muy pocos, pero también son los que se arrojarían al fuego para ayudarnos – y esto no hay que subestimarlo.
El dolor es parte de la vida.
La vida no es todo “rosas y flores”: cuanto más pasa el tiempo, más nos damos cuenta de esta dolorosa verdad. El dolor forma parte de nuestra existencia como la alegría y la felicidad: a medida que crecemos aprendemos a atesorar las emociones que sentimos, procesándolas de la manera correcta y transformándolas en enseñanza.
La salud es riqueza.
Nuestros abuelos lo saben bien: la salud es lo más importante que tenemos y debemos cuidarla desde que somos pequeños, aunque, a veces, empecemos a hacerlo demasiado tarde.
La edad madura también nos enseña a dar prioridad al bienestar físico y mental, a anteponer nuestra salud al trabajo, la carrera y la vida mundana.
Seguir una dieta correcta, realizar actividad física (incluso moderada) de forma constante, eliminar malos hábitos como fumar o el consumo excesivo de alcohol: todas estas son estrategias para preservar la salud en el tiempo.
El fracaso es una oportunidad de aprendizaje.
Cuando somos jóvenes, vemos el fracaso como un obstáculo insuperable y un obstáculo en nuestro camino hacia el éxito.
Sin embargo, a medida que envejecemos, entendemos que cada caída puede convertirse en una oportunidad de crecimiento y representar un paso importante en nuestro ascenso hacia el éxito, ya sea profesional o personal.
El éxito no es la perfección.
Finalmente, una verdad final que sólo aprendes cuando te conviertes en adulto es el hecho de que la perfección no existe, en ningún ámbito. Observamos las grandes historias de éxito de empresarios y magnates multimillonarios e imaginamos caminos lineales y fluidos, pero la verdad es diferente.
Todo camino exitoso está marcado por caídas, fracasos, errores, momentos de estancamiento, y todo esto es normal. Tener éxito no es lo mismo que ser perfecto.
La edad nos enseña que no vale la pena buscar constantemente la aprobación de los demás. Aprender a vivir según tus valores y deseos es liberador y fundamental para tu felicidad.
Las cosas materiales no importan tanto como crees
Los objetos pueden proporcionar una satisfacción momentánea, pero con el tiempo nos damos cuenta de que las experiencias, los recuerdos y las conexiones personales tienen un valor mucho más duradero.
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