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La psicología detrás de “The Atomic Refugic” de Netflix: ¿puede un grupo de personas realmente caer en la misma trampa?

La nueva serie de Netflix El refugio atómico Conquistó las clasificaciones globales y las acaloradas discusiones en línea. Creado por Álex Pina y Esther Martínez Lobato, ya conocido por La casa de papelcuenta la historia de un grupo de multimillonarios que, convencidos de salvarse de un conflicto inminente, se refugiaron en un búnker de lujo subterráneo. Sin embargo, lo que se suponía que era un refugio seguro se convierte en un campo minado de tensiones, engaños y giros.

Más allá de la trama, hay un tema que intriga a los que miran: ¿cómo es posible que las personas muy ricas y poderosas caigan en la misma trampa? La respuesta no solo se refiere a la ficción televisiva, sino que toca la dinámica psicológica real y bien documentada por la investigación científica.

Los 3 engaños mentales más comunes

Para comprender por qué se engañan los multimillonarios del refugio atómico, la psicología nos ofrece tres claves de lectura fundamentales: el sesgo de confirmación, el pensamiento del grupo y el efecto del poder.

Sesgo de confirmación

Cuando ya hemos invertido (dinero, reputación, energías) en una idea, tendemos a buscar solo la evidencia que lo confirme y descarte las señales contrarias. Este es el caso de los multimillonarios de Bunker: compraron la promesa de salvación y, por lo tanto, sobre todos los datos de notificación, “expertos” e historias que fortalecen esa elección, al tiempo que minimizan las inconsistencias. En psicología, este mecanismo está bien documentado (Nickerson, 1998): le sucede a todos, especialmente bajo estrés o en condiciones de incertidumbre, cuando el cerebro prefiere la consistencia a la complejidad.

Inicio de grupo (pensamiento grupal)

En grupos cohesivos y aislados y bajo presión, la necesidad de armonía prevalece sobre el pensamiento crítico. Se crea el auto -control (“Si todos estamos de acuerdo, tendremos razón”), auto -censura de dudas, una ilusión de unanimidad y figuras que hacen que los “guardianes” de información incómoda. El psicólogo Irving Janis describió así decisiones incorrectas tomadas por las élites políticas y militares. En la serie Bunker, las condiciones son perfectas para el pensamiento grupal: espacio cerrado, amenaza al aire libre, líderes fuertes, pocas voces independientes. Incluso aquellos que ven los agujeros de la historia dejan de hablar o están marginados. Así es como las personas inteligentes también terminan uniformes, renunciando a las dudas.

Miedo

Y luego está el miedo. Según Daniel Kahneman, ganador del Premio Nobel de la economía, en condiciones de fuerte estrés, el “Sistema 1” entra en juego: rápido, instintivo, pero no muy racional. En el búnker de Refugio atómicola amenaza de una guerra nuclear alimenta decisiones impulsivas, donde prevalece el instinto de supervivencia sobre el análisis lúcido.

El poder no protege: cuando los líderes son más vulnerables a los engaños

La serie también muestra otra ilusión: cree que la riqueza y el estado los hacen brillantes. En realidad, el poder no hace inmune a los errores cognitivos, por el contrario, puede amplificarlos.

Un estudio publicado en 2024 en Revista de Psicología Social Experimental De Lamprinakos y sus colegas ha demostrado que el poder puede aumentar y reducir el comportamiento incorrecto, dependiendo de los pensamientos validados. En otras palabras: si aquellos que tienen poder tienden a justificar un cierto comportamiento, el sentimiento de poder lo hará aún más inclinado a seguirlo. Por el contrario, si comienza por pensamientos críticos, el poder fortalecerá su resistencia.

Esto significa que el poder actúa como una “lupa”: amplifica lo que ya está en la mente de una persona.

Traducido a la serie: si comienza con la idea “Security de compra de dinero”, el poder le hará creer aún más en el plan de búnker y reducirá la supervisión; Si comienza a escéptico, el poder puede fortalecer su resistencia, pero el pensamiento grupal aún puede silenciarlo. No es sorprendente que los multimillonarios de la serie caigan fácilmente en la trampa de búnker.

Experimentos que demuestran lo fácil que es conformarse

El mecanismo no solo se refiere a las élites, sino a todos nosotros. Los experimentos clásicos de Solomon Asch (1951) han demostrado cómo las personas pueden negar evidencia para ajustarse al grupo: en una prueba visual simple, muchos participantes se adaptaron a la respuesta incorrecta de la mayoría.

Stanley Milgram (1961) también mostró cómo la presión de una autoridad puede empujar a las personas comunes a realizar acciones que nunca habrían hecho solas. Estos estudios revelan que no se necesita un búnker dorado para caer en una trampa: el contexto correcto es suficiente.

De la ficción a la realidad: la lección del refugio atómico

Mira a El refugio atómicopodemos leer más allá de la trama. La serie nos recuerda que la mente humana tiene límites muy específicos: el sesgo cognitivo, el miedo y la presión social pueden engañar a cualquier persona, independientemente de su riqueza o poder.

No es solo entretenimiento, sino también un espejo de nuestra vulnerabilidad colectiva. Porque después de todo, la pregunta que queda es: si estuviéramos en un contexto similar, ¿seríamos realmente tan diferentes de los multimillonarios de Bunker?