¡El limón no es solo para el té! Aquí hay 7 formas sorprendentes de usarlo en la cocina y mejorar sus platos de manera creativa.
El limón es uno de esos ingredientes que siempre guardamos en la cocina. Él está allí, a veces olvidado, al lado del ajo y las cebollas, esperando su momento. Por lo general, lo apretamos en un té de hierbas caliente, lo ralentamos en una rebanada de pastel o la agregamos a la ensalada. Pero paramos por un momento: ¿estás seguro de que realmente sabes todo lo que puedes hacer?
Hay un mundo más allá del jugo en el té. Un universo fragante y ácido que puede transformar los platos veganos y vegetarianos en experiencias memorables. Propongo siete usos pequeños de limón, siete pequeñas revoluciones para probar en la estufa. Todo rigurosamente libre de crueldad.
Limón caramelizado para ensaladas y sopas cremosas
Sí, lees bien: caramelizado. El limón, en rodajas delgadas y salteadas con una llovizna de aceite y una pizca de azúcar morena, se vuelve suave, amarga a la derecha, profunda. Pruébelo como una cobertura en una zanahoria aterciopelada, o córtelo en trozos pequeños en una ensalada con cohetes, garbanzos y semillas de girasol. Podrá agregar contraste y carácter.
Marinada para Tofu y Tempeh
El jugo de limón, mezclado con salsa de soja, ajo triturado y una pizca de chile, es perfecto para darle sabor al tofu, a menudo acusado (no erróneamente) de ser un colgajo. La acidez del limón penetra en las fibras y, dejando todo para descansar durante unas horas, se obtiene una base de vegetales increíblemente rica. Cocine en una sartén. Y luego gracias.
Habitación en limón casero
Una idea simple que cambia la forma en que subes tus platos. Tome la ralladura de limón, réplica finamente (sin la parte blanca), mezcle con buena sal marina y déjelo secar. El resultado es un condimento fresco y aromático, perfecto para verduras a la parrilla, palomitas de maíz, papas horneadas. Se mantiene en un frasco y huele a la despensa.
Gremolada reinventada (sin perejil, con menta)
La Gremolada es una carne picada típica de la cocina italiana. Tradicionalmente se hace con ajo, perejil y ralladura de limón. Pero intentemos sacar las cartas. Use la menta en lugar de perejil, un poco de almendra picada para dar consistencia y tal vez algunas alcaparras. Espolvorea sobre un plato de cuscús, en un puré de frijoles blancos o en calabacín del horno. El limón, en esta mezcla, mantiene todo junto.
Pasta con limón y crema Anacardi
Una receta rápida y sorprendente. Cocine la pasta que prefieres. Mientras tanto, anacardi empapado, agua, ralladura de limón, jugo, sal y una cucharada de levadura de comida. Obtenga una crema suave, aterciopelada y ligeramente ácida. Escurra la pasta y mezcle todo, luego agregue un poco de pimienta negra, una llovizna de aceite y, si desea atreverse, una pizca de pimentón ahumado. Elegante y sabroso.
Limón fermentado: el secreto de la cocina del Medio Oriente
Los limones fermentados, típicos de la tradición marroquí, son un ingrediente especial. Están preparados con sal gruesa y paciencia: simplemente córtalos en una cruz, inserte en un frasco con mucha sal, presionenlos, cubra con jugo de limón y déjelos fermentar durante unas semanas. El resultado es un ingrediente de sabor suave, sabroso y profundo, que puede usar en el tagliolini con verduras, en risotto, en ensaladas de cereales. ¡Un verdadero punto de inflexión!
Postre libre de azúcar: plátano y limona en el horno
¿Quieres dulces, pero no hay azúcar o harina? Corte un plátano maduro durante mucho tiempo, colóquelo en una sartén, luego apriete el jugo de limón, agregue una pizca de canela y unas gotas de aceite de coco. Hornee durante 15 minutos a 180 grados. El calor intensifica la dulzura del plátano, el limón da equilibrio. Sirva caliente, con una pizca de cacao amargo. Y tal vez una pizca de sal.
Después de todo, usar limón en la cocina es como redescubrir a un viejo amigo, siempre allí, pero con algo que contar. Es un ingrediente que sabe cómo adaptarse, sorprender, cambiar las reglas del plato sin invadir la escena. ¡Solo dale una oportunidad, o tal vez siete!
Le aconsejo que los pruebe uno a la vez, incluso para salir de la rutina, para dar un impulso de frescura a su menú diario. Y luego, porque, seamos sinceros, con limón nunca comete un error.