Dar con frecuencia sangre es buena no solo para los demás: de hecho podría fortalecer su sistema hematopoyético y reducir el riesgo de contraer algunas formas de cáncer de sangre.
Un estudio reciente realizado por el Instituto Francis Crick en Londres reveló que el Donación frecuente de sangre no solo ayuda a quienes lo necesitan, sino que también podrían ofrecer beneficios inesperados a los mismos donantes. Además de estimular el cambio celular, este proceso parece favorecer la aparición de mutaciones genéticas que pueden fortalecer el sistema hematopoyético y reducir el riesgo de algunas formas de cáncer de sangre.
La sangre humana se compone de miles de millones de células que Se renovan continuamente gracias a las células madre hematopoyéticas (HSC). Con el envejecimiento, estas células pueden acumular mutaciones genéticas, algunas de las cuales influyen en su comportamiento.
Entre estos, el fenómeno de Ematopoiesi Clonal (CH) Ocurre cuando una sola celda cambiada comienza a multiplicarse más que las otras, cada vez dominante. Aunque en muchos casos esta condición es inofensiva, en algunas personas puede aumentar el riesgo de Desarrollar enfermedades de la sangre.
El efecto de la eritropoyetina (EPO)
Los investigadores analizaron los campeones de 429 hombres, divididos entre donantes habituales (con más de 100 donaciones activas) y donantes ocasionales (menos de 10 donaciones). Los resultados mostraron que los donantes frecuentes tenían uno mayor incidencia de mutaciones en los genes dnmt3a Y Tet2pero en forma benigna. Estas alteraciones genéticas parecen hacer que las células sean más resistentes y reactivas a los estímulos de producción de sangre.
Un aspecto clave que surgió de la investigación se refiere aeritropoyetina (EPO)la hormona que estimula la producción de glóbulos rojos después de la pérdida de sangre. Las mutaciones en el gen DNMT3A parecen hacer que las células sean más sensibles a la APO, lo que les permite recuperarse más rápidamente después de cada donación. Este proceso podría proporcionar una ventaja competitiva a las células sanas En comparación con aquellos con mutaciones potencialmente dañinas, reduciendo el riesgo de desarrollo de tumores hematológicos.
Para verificar esta hipótesis, los científicos recrearon células madre en el laboratorio con la mutación DNMT3A y las expusieron a la OPI. Los resultados mostraron uno crecimiento más rápido que el 50% En comparación con las células sin mutación, lo que sugiere que el proceso de donación puede seleccionar naturalmente células madre más robustas. Si se confirman en otros estudios, estos resultados podrían abrir nuevos caminos en la investigación sobre la prevención de enfermedades sanguíneas.