¿Has oído hablar alguna vez de la “ansiedad del atardecer”? Se trata de una condición particular, aún no reconocida oficialmente, capaz de desencadenar estados de ansiedad cuando se pone el sol.
La llamada “ansiedad del atardecer” es una sensación que, para muchos, aparece puntualmente al final del día, acompañada de una sombra que no sólo pertenece a la noche inminente, sino que excava en la mente y el corazón. Se trata de un fenómeno insólito y todavía poco debatido, aunque cada vez más personas hablan de ello en plataformas como Reddit, donde encuentran una comunidad dispuesta a compartir el mismo malestar.
¿Qué se entiende por ansiedad al atardecer?
El momento del atardecer, a menudo exaltado por su belleza, se convierte para algunas personas en un detonante de ansiedades, miedos y pánicos. Si el sol se esconde tras el horizonte con una calma natural, no se puede decir lo mismo de las emociones de quienes padecen esta particular forma de ansiedad.
A diferencia del conocido “trastorno afectivo estacional” (TAE), la “ansiedad al atardecer” no tiene un diagnóstico oficial, pero las experiencias de quienes la padecen son tan comunes que merece un lugar en los debates sobre salud mental. La descripción de un usuario de Reddit es ejemplar: “Cuando el sol está a punto de ponerse, me siento ansioso, aterrorizado y abrumado. Cuando afuera está completamente oscuro, empiezo a sentirme un poco mejor, pero el ciclo se repite todos los días”.
Estudios sobre el tema.
La ciencia no permanece indiferente ante estas narrativas. Un estudio de 2022 mostró cómo la ansiedad tiende a variar a lo largo del día: las personas menos propensas a preocuparse reportan un mayor nivel de ansiedad por la mañana, con una disminución gradual a lo largo del día, mientras que, por el contrario, aquellos que están predispuestos a altos niveles de preocupación no experimenta un declive, sino una tensión constante que dura hasta la noche. Para confirmarlo, una nueva investigación sugiere que los llamados “cronotipos nocturnos” (aquellos que tienden a quedarse despiertos hasta tarde) sufren más de ansiedad por la noche.
Para muchos, el atardecer marca el inicio de un proceso mental en el que se acumulan tensiones, arrepentimientos y sentimientos de insuficiencia, un momento en el que la falta de distracciones, típicas de las horas nocturnas, puede hacer aflorar de forma amplificada inquietudes latentes que, durante el día, permanecen asfixiados por las actividades cotidianas. La tarde trae consigo un silencio que, si por un lado puede parecer tranquilizador, por otro puede estar lleno de pensamientos que fluyen con la velocidad de un río desbordado, difíciles de contener.
Lo que piensan los expertos
Isra Nasir, terapeuta y autora del texto “Productividad tóxica: recupera tu tiempo y energía emocional en un mundo que siempre exige más”, explicó cómo uno de los principales factores que subyacen a la ansiedad nocturna es la “culpa por la productividad”. Muchas personas se encuentran al final del día con la sensación de no haber hecho lo suficiente, atrapadas en expectativas irrazonables sobre lo que deberían haber logrado y, a medida que el día llega a su fin, el peso de lo que queda por terminar parece crecer, ampliándose. la sensación de insuficiencia. Como en un inquietante déjà-vu, la idea del día siguiente, ya lleno de compromisos y tareas, se suma al arrepentimiento de no haber completado lo que se había propuesto.
Nasir subraya cómo los perfeccionistas son particularmente vulnerables a este tipo de presión interna: la ansiedad, en estas circunstancias, se convierte en el reflejo de una necesidad más profunda y compleja, esa búsqueda de aceptación condicionada por la idea de tener que ser perfecto. Esta necesidad irreal de alcanzar la perfección puede generar un estado de ansiedad anticipatoria, es decir, preocupación por lo que podría pasar mañana y por las tareas aún no completadas.
¿Cuáles son las soluciones?
No sorprende, entonces, que algunos expertos sugieran soluciones prácticas para aliviar la ansiedad del atardecer. La Clínica Calm recomienda establecer pequeñas rutinas nocturnas que proporcionen una sensación de continuidad y propósito (planificar actividades agradables que puedan distraerte de las preocupaciones es un primer paso). Entre las propuestas, el ejercicio físico juega un papel muy importante: correr o caminar al final del día ayuda a despejar la mente y reducir el nivel de ansiedad: la actividad aeróbica, de hecho, se considera una de las mejores opciones a corto plazo. Soluciones para combatir la ansiedad, ya que estimula la producción de endorfinas, las hormonas del bienestar.
No debemos cometer el error de pensar que el fenómeno concierne sólo a la capacidad, o no, de saber ocupar el tiempo, dado que la conciencia juega un papel fundamental. Por lo tanto, Calm Clinic sugiere intentar identificar sus ansiedades, sin intentar combatirlas: en lugar de reprimir las emociones, es necesario examinarlas atentamente, preguntándose qué es lo que realmente las desencadena. Aceptar la ansiedad, en lugar de combatirla, es un paso que puede reducir significativamente su impacto.
Para quienes sufren de ansiedad nocturna de forma persistente, puede resultar útil seguir una “rutina aburrida”, compuesta por actividades repetitivas y poco exigentes que preparen la mente para el descanso, una estrategia que permitirá al cerebro acostumbrarse a un ritmo más relajado. y para limitar el riesgo de pensamientos obsesivos.
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