En la tranquilidad del sueño, los pequeños movimientos de los alumnos revelan un secreto extraordinario: el delicado acto del cerebro para preservar los recuerdos mientras forja otros nuevos.
Los ojos nunca mienten (ni siquiera cuando duermes) y la memoria es una cosa frágil y fugaz. Nos permite retener las caras de nuestros seres queridos, viajar en carreteras familiares y dominar nuevas habilidades. Pero, ¿cómo mantiene intactos el cerebro los viejos recuerdos y deja espacio para otros nuevos? Los científicos se preguntaron sobre esto durante décadas, en particular sobre el fenómeno conocido como “olvido catastrófico“, En el que la nueva información sobrescribe al viejo conocido.
Los investigadores tienen descubrimiento un vínculo sorprendente entre el Tamaño de pupilla durante el sueño y la forma en que se desarrollan los recuerdos. Sus descubrimientos podrían ofrecer pistas para mejorar la memoria en los humanos e incluso inspirar el progreso en la inteligencia artificial.
El estudio
El sueño se divide en dos fases principales: Movimiento rápido del ojo (movimiento de ojo rápido) y. El sueño no REM es el taller de reparación del cuerpo, donde la respiración se ralentiza, los músculos se relajan y los recuerdos se consolidan silenciosamente en las fases más profundas. Es un momento de recuperación, tanto físico como mental. Luego viene REM Sleep, una fase más misteriosa caracterizada por ojos parpadeantes bajo párpados cerrados, actividades cerebrales intensificadas y sueños vívidos.
Los académicos monitorearon el cerebro y las pupilas mientras los sujetos dormían. Notaron un esquema: Durante una especificación de sueño no REM, los alumnos contrataron, informando la consolidación de las tareas que acaban de aprender. Posteriormente, a medida que los alumnos se dilataron, los recuerdos más antiguos fueron revisados y fortalecidos.
La investigación reveló una microestructura previamente desconocida de sueño no reheciente, en la que el cerebro alterna la elaboración de recuerdos nuevos y viejos. Al interrumpir el sueño en momentos críticos, los investigadores descubrieron que era difícil recordar tareas recientes o anterioresdependiendo del momento de la interrupción.
Este estudio es prometedor para la inteligencia artificial. Las redes neuronales, la columna vertebral de los sistemas de inteligencia artificial, a menudo enfrentan desafíos similares al olvido catastrófico. Las ideas sobre cómo el cerebro protege y consolida los recuerdos podría inspirar algoritmos de aprendizaje automático más robustos.
Fuente: Naturaleza
Puede que le interese: