La Fundación Mundial para la Sostenibilidad presenta hoy los resultados de un importante estudio realizado por la bióloga Federica Azzali y apoyado por el proveedor de logística Italian Shipping & Logistics Agency Srl (ISLA), con sede en Palermo. La investigación profundiza en un problema creciente y a menudo subestimado: las colisiones entre barcos y ballenas en nuestros océanos.
El estudio revela un panorama preocupante: cada año se producen entre miles y decenas de miles de colisiones entre barcos y ballenas. Estas colisiones no sólo ponen en peligro la vida de los cetáceos, sino que también pueden causar importantes daños a las embarcaciones y suponer un peligro para la tripulación. El problema empeora a medida que aumenta el tráfico marítimo.
Entre las especies más afectadas se encuentran las que ya están en peligro de extinción: el rorcual minke, el cachalote, la ballena azul y la ballena franca. El Dr. Azzali explica: “Estas magníficas criaturas, que ya habían sido desafiadas por la caza en el pasado, ahora enfrentan una nueva amenaza. Las colisiones con barcos se están convirtiendo en un factor importante que dificulta su recuperación”.
El estudio identificó Áreas Importantes de Mamíferos Marinos (IMMA) como puntos focales para la protección de los cetáceos. Estas áreas, que incluyen zonas de reproducción, alimentación y migración, a menudo se superponen con rutas marítimas de alto tráfico, lo que aumenta el riesgo de colisiones.
Un elemento clave del estudio es un mapa detallado que ilustra la superposición entre las rutas marítimas más transitadas y las IMMA en el Mar Mediterráneo. “Este mapa es una herramienta clave”, dice el Dr. Azzali. “Nos permite visualizar claramente las áreas de mayor riesgo y planificar intervenciones específicas para proteger a los cetáceos”.
Para abordar este problema, el equipo de investigación propone varias soluciones. Estas incluyen el uso de observadores o sistemas automatizados para detectar cetáceos, la implementación de sistemas de ruta de embarcaciones, la aplicación de reducciones de velocidad en áreas de alto riesgo, el uso de tecnologías avanzadas como cámaras infrarrojas y el intercambio de observaciones en tiempo real. También promueve la adopción de certificaciones para el transporte marítimo sostenible, como la certificación “Whale-Safe” de Friend of the Sea, que premia a los operadores marítimos que toman medidas preventivas.
Un aspecto alarmante que surgió de la investigación es la falta de conciencia pública sobre este problema. Una encuesta realizada como parte del estudio reveló que al menos el 50 por ciento del público desconocía este tema. “Crear conciencia es fundamental”, dice Paolo Bray, fundador y director de la World Sustainability Foundation. “Sólo a través de una comprensión generalizada del problema podemos esperar movilizar los recursos y el apoyo necesarios para implementar soluciones efectivas”.
La Fundación Mundial de Sostenibilidad hace un llamado a las autoridades marítimas, las compañías navieras y al público a tomar nota de estos hallazgos y trabajar juntos para implementar soluciones efectivas. Proteger estas especies marinas no es sólo una cuestión de conservación de la biodiversidad, sino también de seguridad marítima y responsabilidad global.
“ISLA estuvo muy contenta de apoyar el estudio porque, como empresa involucrada en la industria marítima, sentimos que es nuestra responsabilidad ayudar a proteger los océanos”, dice el director general Pietro Coniglio. “Vivimos del mar y entendemos la necesidad de preservarlo para las generaciones futuras”.
La copia completa del estudio, incluido un mapa detallado de las áreas en riesgo en el Mediterráneo, está disponible en: https://friendofthesea.org/marine-conservation-projects-and-awareness/save-the-whales-2/