El balance vuelve a ser dramático: 3 muertos, algunos animales fallecidos y 30 personas hospitalizadas en Filipinas tras comer un guiso elaborado con carne de tortuga marina
En Filipinastres personas pertenecientes a la comunidad indígena Teduray perdieron la vidamientras que más de 30 han sido hospitalizadodespués de consumir uno guiso hecho con carne de tortuga marinauna especie protegida y en peligro de extinción.
El incidente ocurrió en la provincia costera de Maguindanao del Norte, donde el consumo de tortugas marinas, aunque ilegal según las leyes ambientales del país, sigue siendo un práctica generalizada en algunas comunidades como parte de la tradición culinaria.
La tortuga probablemente estaba contaminada con algas tóxicas.
Los síntomas reportados por los pacientes incluyen diarrea, vómitos y dolor abdominalque ocurrió poco después de comer el platillo, cocinado al estilo adobo con vinagre y salsa de soja. Incluso algunas mascotas que habían ingerido la misma carne, incluidos perros, gatos y pollos, murieron.
Esto sugirió que la toxicidad probablemente estaba relacionada con la propia tortuga marina. contaminado por algas tóxicas del que se había alimentado. Se sabe que este fenómeno ocurre cuando las tortugas ingieren plantas marinas dañinas, lo que hace que su carne no sea segura para el consumo humano.
Las autoridades locales han iniciado una investigación para determinar con precisión las causas de las muertes. Mientras tanto, Datu Mohamad Sinsuat Jr., un funcionario de la región, pidió una estricta aplicación de la prohibición de caza de tortugas marinas para evitar nuevas tragedias similares.
Episodios como este siguen sucediendo
Por eso se producen accidentes de este tipo: casos anteriores, como el de 2013 en la provincia de Samar, ya habían puesto de relieve los riesgos asociados al consumo de tortugas marinas. Además, este año se produjo un episodio similar en Zanzíbar, donde ocho niños y un adulto murieron y 78 personas fueron hospitalizadas tras comer carne de tortuga.
Las tortugas marinas son consideradas un manjar en algunas culturas, pero su consumo es fuertemente no recomendado tanto por los riesgos para la salud como por la necesidad de proteger a estas especies vulnerables. Este nuevo caso pone de relieve una vez más la importancia de concienciar a las comunidades sobre el impacto ecológico y los peligros para la salud derivados del consumo de animales protegidos con el objetivo de evitar que tragedias similares se repitan.