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Cómo la dopamina te está atrapando en un círculo vicioso (es el engaño de la “segunda porción”)

Ceder a la tentación (un hábito cada vez más frecuente en la sociedad en la que vivimos) significa “matar” nuestra capacidad de concentración: veamos cómo

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¿Quién no ha sentido nunca la tentación de un segundo trozo de tarta, a pesar de haber comido uno generoso y saciante? ¿O las ganas de ver “sólo un episodio más” de tu serie favorita? ¿O hacer scroll cinco minutos más en las redes sociales?

Sin embargo, cada vez que nos damos ese “algo extra”, el placer parece desvanecerse más rápido. Lo que al principio nos dio un inmenso placer parece volverse menos gratificante con cada repetición. ¿Pero por qué sucede esto?

La respuesta está en un mecanismo biológico bien conocido: la liberación de dopamina. La dopamina es una sustancia química del cerebro que nos impulsa a buscar recompensas y experimentar placer.

Es la razón por la que sentimos satisfacción después de comer un plato nutritivo y saciante, realizar un entrenamiento deportivo eficaz o escuchar nuestra música favorita.

Sin embargo, hay un problema: Cuanto más inunda nuestro cerebro de dopamina, menos placer percibimos. Este fenómeno nos lleva a querer consumir cada vez más en busca de esa misma oleada de placer que, irónicamente, se vuelve cada vez más difícil de conseguir.

La trampa de la dopamina

El mecanismo de la dopamina nos lleva a entrar en un círculo vicioso: Cuanta más gratificación buscamosmenos obtenemos. Imaginemos comer un trozo de tarta. El primero es delicioso, nos llena de placer, pero ¿qué pasa con el segundo?

El sabor parece menos intenso y la emoción menos satisfactoria. Lo mismo ocurre con otras actividades como ver episodios de una serie de televisión, jugar videojuegos o navegar sin cesar por las redes sociales.

Podríamos definir este fenómeno como “trampa del segundo corte”: A medida que pasa el tiempo, nuestro cerebro se vuelve cada vez menos sensible a la dopamina y requiere de una mayor cantidad de estimulación para alcanzar el mismo nivel de placer.

Esto nos lleva a un aumento en el consumo de “porciones de placer” -ya sean comida, contenidos digitales o experiencias emocionales- sin poder alcanzar nunca esa sensación de satisfacción que sentimos inicialmente.

Cómo la dopamina está destruyendo tu concentración

Ya sea un trozo de pastel, el próximo episodio de una serie o un desplazamiento incesante en las redes sociales, la dopamina nos empuja a buscar gratificación inmediata. ¿Pero a qué precio?

Cada vez que elegimos evitar el aburrimiento o la incomodidad mediante un placer rápido, como revisar nuestro teléfono celular o disfrutar de un postre, estamos debilitando nuestra capacidad para resistir las distracciones y afrontar las emociones difíciles.

El aburrimiento y el cansancio son emociones normales en la vida cotidianaSin embargo, la sociedad moderna nos ha acostumbrado a escapar de estas sensaciones mediante la liberación continua de dopamina.

Esto crea un círculo vicioso: ante el primer signo de malestar, nos refugiamos en distracciones, como un vídeo en YouTube o jugar a un videojuego, pero al hacerlo entrenamos nuestro cerebro para buscar siempre soluciones rápidas y superficiales. debilitando nuestra resiliencia mental.

¿La solución? Aburrirse

La solución no es desterrar todas las formas de placer de nuestras vidas, sino aprender a dosificarlo y vivir el malestar de forma saludable. Como decían nuestras abuelas, es la dosis la que hace el veneno.

Sumérgete en el aburrimientoaceptar la fatiga y la frustración son prácticas esenciales para entrenar nuestra mente y desarrollar lo que el escritor Nassim Nicholas Taleb llama “antifragilidad” – es decir, la capacidad de crecer y mejorar a pesar de las dificultades, o mejor dicho, precisamente gracias a ellas.

A ligera molestia o un esfuerzo saludable no sólo son normales, sino que también lo son básico para entrenar nuestra capacidad de mantenernos enfocados y lograr nuestros objetivos.

Por ejemplo, aprende a permanecer en el aburrimiento sin buscar una distracción inmediata puede ayudar a desarrollar una mayor concentración.

Resistir la tentación de revisar nuestro teléfono durante un momento muerto o ceder a la tentación de otro episodio de una serie nos entrena para gestionar mejor las tentaciones y centrarnos en nuestros objetivos a largo plazo.

Como solemos decir en nuestros artículos, La concentración no es un talento natural.pero una habilidad que requiere entrenamiento constante. Nadie puede esperar lograr grandes cosas sin enfrentar desafíos y dificultades.

Debemos aceptar que los objetivos difícil Y significativo no pueden lograrse mediante actividades siempre fáciles y gratificantes.

la capacidad de mantente enfocado y avanzar hacia lo que es importante para nosotros requiere la voluntad de permanecer en dificultad y resistir la tentación de buscar placeres inmediatos y fugaces.

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