Tras el caso de una anciana que murió en Roma por intoxicación botulínica tras consumir sopa preparada, el Ministerio de Sanidad ha publicado nuevas recomendaciones para reducir los riesgos
El trágico caso de una anciana que murió en Roma tras consumir una sopa lista ha reavivado la atención sobre el tema botulínico.
Para los que no han leído la noticia, la resumimos brevemente: una mujer de 79 años murió tras consumir una sopa de alcachofas ya preparada comprada en un supermercado local. La hija de la anciana, que había probado la misma sopa, también mostró síntomas de intoxicación, pero sobrevivió tras ser hospitalizada.
Las investigaciones de la ASL y de la NAS, que analizaron los restos de la comida consumida por las dos mujeres, confirmaron la presencia de trazas de botulinum, una toxina extremadamente peligrosa producida por clostridio botulínico.
Después de este dramático episodio, la Dirección General de Higiene, Seguridad Alimentaria y Nutrición (DGSAN) del Ministerio de Salud ha emitido un nota urgente destinado a productores y distribuidores de alimentos, incluidas grandes cadenas como Unionfood, Federdistribuzione, Coop y Conad.
En el documento, expertos del Istituto Superiore di Sanità (ISS) identifican un riesgo potencial en los productos listos para el consumo, como las sopas y cremas que se venden en el mostrador refrigerado. Estos alimentos, conocidos como REPFED (alimentos procesados refrigerados con durabilidad extendida), a menudo no contienen conservantes y sólo se someten a tratamientos térmicos de pasteurización suaves, que no son suficientes para destruir las esporas de Clostridium botulinum, una bacteria que puede desarrollarse y producir toxinas peligrosas si no almacenado en condiciones adecuadas.
En el caso de los REPFED, la seguridad microbiológica está estrechamente ligada al mantenimiento de la cadena de frío, con temperaturas inferiores a 6°C durante todo el almacenamiento. Sin embargo, en Italia, la temperatura media de los frigoríficos domésticos suele ser más alta y esto crea condiciones que pueden favorecer el crecimiento de clostridios.
Hervir la sopa durante al menos 5 minutos.
A falta de ciertos datos sobre los tiempos de destrucción de la toxina botulínica en los REPFED, la ISS recomienda adoptar una medida prudencial: “Hervir el producto durante al menos 5 minutos” antes de su consumo.. Este la indicación debe estar claramente indicada en la etiqueta, para garantizar la seguridad del consumidor.
Se trata de una recomendación que se puede seguir fácilmente en casa y que, si se respeta, podría prevenir el riesgo de botulismo y proteger a los consumidores incluso en situaciones en las que la cadena de frío se ha visto comprometida. Como subraya la nota ministerial:
el forúnculo es fácilmente identificable y no requiere el uso de un termómetro.
Sin embargo, no se indica el tiempo de seguridad para quienes calientan sopas preparadas en el microondas.
AQUÍ puedes leer la nota completa del Ministerio de Salud.
Los productos con mayor riesgo de botulismo
Los productos alimenticios más expuestos al riesgo de botulismo son sobre todo conservas caserascomo verduras, carnes o pescados en aceite, si no están adecuadamente esterilizados. Estos productos generalmente son más riesgosos que los comerciales, gracias a las tecnologías avanzadas que utiliza la industria alimentaria para eliminar bacterias, toxinas y esporas. Sin embargo, a nivel doméstico las esporas tienden a sobrevivir más fácilmente.
Respecto a las conservas caseras, el Istituto Superiore di Sanità escribe:
En Italia, los alimentos de producción nacional que son los más responsables de los casos de botulismo son las aceitunas negras en agua, las setas en conserva en aceite, las hojas de nabo en conserva, las conservas de carne y pescado (especialmente el atún).
Sin embargo, esto no excluye la posibilidad de que incluso algunos alimentos envasados puedan presentar peligros, como desgraciadamente lo demuestra la sopa preparada que provocó la muerte de la anciana en Roma.